Después de la primera derrota liguera de su equipo, el entrenador noiés daba sus impresiones sobre el partido en Rivas.
“Es una categoría muy exigente, no hay ningún equipo que regale nada”, ni siquiera un equipo al que los noieses habían derrotado por 5-1 en Noia. Y es que, en esta ya de por sí dura competición, Rivas Futsal está yendo de menos a más, y de eso era consciente Marlon Velasco, “teníamos mucho respeto a esta visita porque Rivas había dado visos de que es un equipo competitivo, en los últimos partidos lo había refrendado con buenos resultados”, a lo que ampliaba que “llevaban sin competir desde el 19 de diciembre, por un lado se podía notar falta de ritmo competitivo pero por otro a lo mejor estaban un poquito más frescos que nosotros”. Sea como fuere, solo queda “dar la enhorabuena al rival, un triunfo muy trabajado por su parte y justo”.
Y sí, llegó la primera derrota del curso en Liga: “sabíamos que tarde o temprano iba a tocar, cuando ganas cuesta darle valor a eso y cuando pierdes te das cuenta que es fácil perder puntos y es muy difícil el mantener el nivel de ganar y ganar”, reconocía Velasco, a lo que añadía la complejidad de “mantener ese nivel, cuando los rivales te ven con los ojos de líder invicto, y el otro equipo lo deja todo porque quiere ser el primero en ganarte, tiene muchos alicientes para el rival”.
Sobre el transcurso del choque en el Cerro del Telégrafo, el técnico puntualizaba que “los primeros 16-17 minutos nuestros han sido bastante buenos, sobre todo en fase ofensiva”, aunque “el único debe es que hemos generado poco para lo mucho que hemos tenido y el tema de las faltas”, junto con ese tramo final de primer tiempo en el que caen dos goles de los locales. “No hemos estado conectados en ese último minuto, no hemos sido inteligentes y un poco por ahí se nos ha empezado a escapar el partido”, afirmaba.
Una situación muy similar a la de hace una semana, cuando “nos fuimos capaces de levantar, pero en otra pérdida, no tenemos la contundencia necesaria y dejamos que un balón acabe en el área” para el 4-1 casi definitivo porque “tres goles es una diferencia importante y jugamos contra un equipo crecido, que se viene arriba” por esa inercia del propio encuentro.
Situación que empeoró con la segunda amarilla en el 29’ a Pope, que Velasco consideraba, bajo su punto de vista, “desproporcionada y totalmente injusta porque además la primera amarilla es inexistente”, a un hombre que “más allá de ser un jugador más del equipo en el cinco para cuatro es especialista”.
Con la presión de seguir sin perder ya, desafortunadamente, evaporada, el entrenador blanco se muestra “orgulloso de mis jugadores, este partido tiene que darnos a ver de lo dura que es esta competición, tener los pies en el suelo y no creernos ni más ni menos que nadie y trabajar mucho para ser merecedores de ganar” y, por último, “poner en valor todo lo que han hecho hasta hoy que es mucho y muy bueno y hay que darle continuidad”.
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